El 24 de febrero Amazon pondrá a a venta la nueva versión de Kindle, su lector de libros electrónicos. En la presentación de hoy en EEUU, se han destacado las mejoras con respecto al trasto anterior: más delgado, con batería más duradera, mayor almacenaje (hasta 1.500 obras -posíblemente más de las que pueda leer la mayoría de los seres humanos en su vida-) y lectura de voz para los más vagos (pero no será una voz como la de HAL, que conste).
El precio: 359 dólares.
Importante es saber que cada libro cuesta 9,99 dólares, aunque a nosotros poco nos importa, ya que la cobertura para recibirlos se limita a los usuarios americanos. O sea, que a nosotros únicamente nos interesa la noticia por la curiosidad de conocer lo que se cuece con estas cosas de los e-books. También se ha hablado de otro aparatejo que podría hacer la competencia a estos lectores de los que tanto oiremos este año: sí, el telefono móvil.
Vale, todo esto está muy bien, pero... En plena crisis económica predomina el ahorro, el soporte aún no está muy claro... y se trata de una máquina que ronda los 300 euros (más caro que un netbook) y que luego hay que cargarla con libros (bueno, eso no representa tanto coste, ya que al final todos recurrirán a la piratería).
Hace unos días un joven editor me comentaba que una de las ideas promocionales que estaban maquinando en algún grupo editorial, era ofrecer un lector de libros electrónicos mediante el sistema de "cupones" que tanta salida tienen en la prensa y, como refuerzo, lanzar una colección de eBooks a precio asequible, recurriendo al fondo de las editoriales de ese grupo... Pronto lo veremos, seguro.
De remate: La pasada semana, Jorge Herralde se hacía eco de la crisis insistiendo en que, salvo imprevistos, a las editoriales les pasará de refilón, y que la apuesta era el libro de bolsillo (lo estamos viendo) y el electrónico... Sinceramente, ¿alguien cree que, en estos momentos, hay lectores suficientes que se puedan permitir desembolsar 300 euros por un lector? ¿Tantos como para generar un mercado estable interesante? ¿Qué pasará con los programas de intercambio de archivos, en los que ya se pueden encontrar bibliotecas enteras comprimidas en unos pocos centenares de megas, al alcance de un botón y sin tener que pagar absolutamente nada?.
Mientras tanto, bienvenido sea el Kindle 2. Bonito sí que es.
José A. Muñoz
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